OTRO MUNDO ES POSIBLE (Y URGENTE)

martes, 20 de noviembre de 2012

A 29 años de la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional



EZLN: 17 de noviembre de 1983

A la memoria de Dení Prieto

Es 1968 y la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas (URSS) y los EEUU se disputan la hegemonía mundial en una guerra disfrazada: la “Guerra Fría”. En Checoslovaquia la “Primavera de Praga” muestra al mundo el autoritarismo y la burocracia del “socialismo realmente existente”. Los manifestantes pugnan por un “socialismo con rostro humano”, pero sobre todo democrático. La respuesta de la URSS y sus aliados es la invasión del país. En Francia el “Mayo francés” evidencia –entre muchas otras cosas-, un rechazo generalizado a la sociedad de consumo. 

Es 1968 y las Américas también están inquietas. En América Latina el triunfo de la revolución cubana sigue despertando expectativas y miles de jóvenes ensanchan las filas de los movimientos y partidos revolucionarios. En EEUU Martin Luther King es asesinado y las manifestaciones contra la invasión a Vietnam polarizan aún más a la sociedad norteamericana.

Es 1968, México será la sede de los Juegos Olímpicos y en el mes de julio  estalla uno de los movimientos estudiantiles más importantes de su historia. Las condiciones políticas y sociales del país hacen que un conflicto que parecía menor rápidamente encuentre dimensiones nacionales. México está nuevamente a tono –como lo fue durante la revolución de 1910- con el descontento social que recorre el mundo. Díaz Ordaz y Echeverría Álvarez –Presidente y Secretario de Gobernación de México, respectivamente- ordenan reprimir a los estudiantes. El 2 de octubre grupos militares y paramilitares atacan a los manifestantes en la Plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco, Ciudad de México; provocando cientos de muertos, desaparecidos y lesionados.

Es 1969 y el mundo no es el mismo después de la “Revolución Cultural” del año anterior. Es 1969 y México aun duele: muchas familias buscan a sus hijos e hijas desde aquel 2 de octubre en que no regresaron a casa. Mientras tanto, el gobierno mexicano justifica la masacre argumentando que “la primer agresión salió de los estudiantes”, que “había extranjeros interesados en desestabilizar el país” y que “el fantasma del comunismo estaba detrás de las protestas”.

Cientos de jóvenes que habían participado en las movilizaciones estudiantiles concluyeron que no lograrían transformar a México por la vía institucional. Para muchos de ellos y ellas la vía pacífica estaba agotada y era hora de pasar a una siguiente etapa: la vía armada.

El 6 de agosto de 1969 en Monterrey, Nuevo León, fueron fundadas las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN). El grupo tenía la estrategia de acumular fuerzas en silencio, por lo que debían evitar enfrentarse con las fuerzas del Estado. En 1972 parte del grupo estableció en Chiapas el campamento denominado “El Diamante” donde operaba el “Núcleo Guerrillero Emiliano Zapata (NGEZ)”. Cinco años después de su fundación, las FLN contaban con redes en Tabasco, Puebla, Estado de México, Chiapas, Veracruz y Nuevo León[i].

Las FLN tenían una ideología marxista-leninista, pero distaban mucho de caer en el dogmatismo. Desde su fundación, las FLN se plantearon como objetivo general “la creación de un ejército popular que derrocara al gobierno, tomara el poder e instaurara el socialismo”[ii] y adoptó como lema la frase del independentista Vicente Guerrero: “Vivir por la patria o morir por la libertad”.

El 14 de febrero de 1974 las FLN fueron atacadas por policías y militares en una de sus principales casas de seguridad: “La casa grande”, ubicada en San Miguel Nepantla, Estado de México. En el operativo participó Mario Arturo Acosta Chaparro, uno de los principales actores de la “guerra sucia” en México y acusado en varias ocasiones por tener vínculos con el crimen organizado. En aquel suceso fueron asesinados 5 guerrilleros y otros 16 fueron apresados. La persecución contra el FLN se extendió hasta Ocosingo, Chiapas, donde fue atacado el campamento “El diamante” y varios miembros del NGEM fueron asesinados. Algunos más alcanzaron a escapar.

De 1974 a 1983 las FLN realizan incursiones de forma más constante en la Selva Lacandona y reinician la etapa de reclutamiento. Se reclutó a muchos estudiantes de universidades en las que el marxismo cobraba mucha fuerza, como fue el caso de la Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad Autónoma de Chapingo. Igualmente, durante este periodo (1974-1983) muchas de las actividades de las FLN fueron en el estado de Chiapas. En 1977, por ejemplo, montaron un campamento en Huitiupán, y un año más tarde instalaron una casa de seguridad en San Cristóbal de las Casas.

El trabajo que realizaron las FLN en Chiapas les permitió ir construyendo redes de solidaridad con organizaciones locales que tenían un trabajo previo con los indígenas de la región: grupos de corte maoísta, personas que impulsaban la formación de cooperativas e indígenas que habían sido animados a desarrollar trabajo comunitario desde la iglesia católica, impulsados principalmente por el obispo Samuel Ruíz.

Las experiencias armadas en Centroamérica como el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional en El Salvador, el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua o la guerra civil que duro más de treinta años en Guatemala reavivaron la intención de las FLN de conformar un ejército –no un grupo guerrillero, sino un ejército regular- y el trabajo exitoso en Chiapas hizo que desde 1980 comenzará a figurar el acrónimo FLN-EZLN en los documentos de la guerrilla. Sin embargo, es hasta el 17 de noviembre de 1983 cuando, coordinados con un grupo de indígenas politizados y con amplia experiencia organizativa –del que más tarden surgirán mandos como el Mayor Mario o la Mayor Yolanda- y reforzados por los nuevos militantes de las universidades, se estableció el primer campamento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional denominado “La Garrapata”[iii].

Entrevistado por Yvan Le Bot y Maurice Najman, el Subcomandante Insurgente Marcos explicó que los tres grandes componentes del EZLN son “un grupo político-militar, un grupo de indígenas politizados y muy experimentados, y un movimiento indígena de la Selva”[iv]. Ese tercer grupo al que se refiere Marcos comienza a ser parte crucial de la organización después de 1983, etapa en la que el EZLN inició una segunda fase de “acumulación de fuerzas en silencio”; pero en esta ocasión buscando combatientes principalmente entre los indígenas de la región que no tenían experiencias previas de militancia política. Para ésta tarea, los indígenas politizados fungieron como puente; pues además de la barrera cultural –en la que el lenguaje significó un gran obstáculo- el hermetismo y desconfianza –originados por siglos de opresión y desprecio- de los indígenas dificultó el acceso de los mestizos a las comunidades.

Los primeros integrantes del EZLN que se adentraron a la selva Lacandona pronto empezaron a vivir una realidad distinta y muy ajena a la que su adscripción ideológica les permitía ver. Los primeros años no sólo no se construía confianza con los indígenas, todo lo contrario: “A veces nos perseguían –cuenta Marcos- porque decían que éramos robavacas, o bandidos o brujos. Muchos de los que ahora son compañeros o inclusive comandantes del Comité, nos perseguían en aquella época porque pensaban que éramos gente mala”[v].

El contacto con las comunidades indígena originó una especie de conversión del grupo original. Marcos narra este proceso de la siguiente forma:

Sufrimos realmente un proceso de reeducación, de remodelación. Como si nos hubieran desarmado. Como si nos hubiesen desmontado todos los elementos que teníamos –marxismo, leninismo, socialismo, cultura urbana, poesía, literatura-, todo lo que formaba parte de nosotros, y también cosas que no sabíamos que teníamos. Nos desarmaron y nos volvieron a armar, pero de otra forma. Y esa era la única manera de sobrevivir[vi].
                       
Hoy 17 de noviembre de 2012 se cumplen 29 años de la fundación del EZLN. Sus ideales y su lucha siguen vigentes, porque siguen vigentes las formas de opresión contra las que se organizan. Mejor aun, el neozapatismo se ha convertido en un referente mundial por su modo diferente de hacer política. Sirvan estas líneas para alimentar la memoria de la rebeldía.  


[i] Castellanos, L. (2008) México armado 1943-1981. México: Ediciones Era, p. 244.
[ii] Cedillo, A. (2008) El fuego y el silencio: Historia de las Fuerzas de Liberación Nacional Mexicanas (1969-1974). Tesis para obtener el título de Licenciado en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras-UNAM. México, p. 220.
[iii] Cfr. Morquecho, G. (2011) “La Garrapata en el Chuncerro, cuna del EZLN” [en línea]. En Agencia Latinoamericana de Información, 15 de noviembre. Disponible en: http://alainet.org/active/50889&lang=es [Consulta: 13 de noviembre de 2012]
[iv] Le Bot, Y. (1997) El sueño zapatista. Entrevistas con el Subcomandante Marcos, el mayor Moisés y el comandante Tacho, del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional. México: Plaza & Janés, p. 123.
[v] Ibídem, pp. 137-138.
[vi] Ídem., p. 151.

viernes, 8 de junio de 2012

Los seguimos extrañando


Texto publicado el 8 de junio de 2012 en la revista Brújula Ciudadana en su número dedicado al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
http://www.iniciativaciudadana.org.mx/brujula-ciudadana/856-brujula-ciudadana-34.html


Si algún día –sigue hablando Mairena- la tontería humana, en su perfecta madurez, llega a proclamar la necesidad de la guerra, la dignidad de la guerra, y hasta la alegría de guerrear, puede asegurarse que el Homo sapiens, de Linneo, engendró un Homo stupidus, que va a adueñarse de los destinos del hombre. Y que no sabemos lo que puede pasar.[2]

Antonio Machado.


El 22 de noviembre de 2011 Nepomuceno Moreno y yo salimos juntos de la asamblea del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) para seguir charlando en la calle. Nepo –cómo le decíamos de cariño en el movimiento– me pregunto:

–¿Cómo llego a Coyoacán?

Yo iba para el mismo rumbo y me limité a contestarle:

–Voy para allá, te acompaño.

Abordamos el metrobus y Nepo comenzó a platicarme –por enésima vez– sobre el caso de su hijo Jorge Mario Moreno, el cual –según el testimonio del propio Nepo– fue detenido el primero de julio de 2010 por policías del estado de Sonora cerca de Ciudad Obregón y nunca lo volvieron a ver. Nepo me contó que tenía información que le hacía pensar que su hijo había sido asesinado y que habían disuelto el cuerpo en ácido, pero que él no descansaría hasta ver a los culpables en la cárcel. No era la venganza lo que lo movía, quería evitar que esas personas le hicieran daño a alguien más. Así me lo dijo con la voz entrecortada.

–Yo creo que mi hijo ya está muerto, pero no quiero que nadie sufra lo que yo estoy viviendo.

No supe qué decir, sólo pude tomarlo del hombro y mirarlo a los ojos. Ambos guardamos silencio y yo me quedé pensando sobre la bondad de Nepo.

Minutos después llegamos a la plaza del centro de Coyoacán, por esas fechas aún estaba el campamento de Ocupa Coyoacán. Nepo me pregunto quiénes eran y qué pedían. Yo le expliqué brevemente sobre el movimiento de los indignados a nivel mundial. Pasamos a saludar a varios de los compañeros y compañeras que estaban en el campamento, viejos amigos míos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM. Me alegró ver cómo Nepo examinaba con su mirada pícara todo el campamento. Cuando nos retirábamos, me dijo riendo:

–Viven como nosotros cuando andamos de caravana, ¿verdad?

Sonreímos.

Nos despedimos con un abrazo y un apretón de manos. Me dijo que volvería pronto y yo le prometí un café y unos churros de El Jarocho. Nunca pude cumplir mi promesa, Nepo fue asesinado 6 días después.

Nepomuceno no fue el primer asesinado del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Más de un mes antes, el 6 de octubre de 2011, Pedro Leyva Domínguez, delegado de la comunidad de Sta. María Ostula ante el MPJD, también fue asesinado. La energía de Pedro se percibía fácilmente en las reuniones: unas semanas antes de que lo mataran había venido a la Ciudad de México a una reunión. Cuándo finalizó su primer intervención, el resto de los asistentes aplaudimos con fervor el breve discurso que pronunció. Por ese y otros motivos, Pedro estaba programado como uno de los oradores para la reunión que sostuvimos con Felipe Calderón un par de semanas después de su muerte.

Tampoco fue Nepo el último asesinado del movimiento. El 6 de diciembre, una comisión del MPJD que se dirigía a una reunión con los comuneros de Sta. María Ostula fue interceptada por cuatro hombres armados. Ahí fue secuestrado nuestro compañero Trinidad de la Cruz Cristóforo. Su cuerpo apareció un día después con señales de tortura. Don Trino –como lo llamábamos cariñosamente- era un hombre de más de 70 años, campesino dedicado al cultivo de flor de jamaica. Don Trino había liderado a su comunidad cuando decidieron recuperar las tierras de Ostula y comenzar a construir una comunidad autónoma.

El mismo día que nos avisaron del hallazgo del cuerpo de Don Trino, 7 de diciembre, otros dos compañeros fueron desaparecidos: Eva Alarcón y Marcial Bautista, integrantes de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán, en Guerrero. Eva y Marcial habían abordado un camión que los llevaría a Chilpancingo, donde luego tomarían otro autobús que los llevaría a la ciudad de México. Nunca llegaron. En el camino de Petatlán a Chilpancingo el autobús fue abordado por sujetos armados que hicieron descender a Eva y Marcial. Hasta el momento no sabemos nada de su paradero.

Nepomuceno Moreno, Pedro Leyva y Trinidad de la Cruz eran hombres valientes que decidieron protestar frente a la injusticia y la impunidad. A Nepomuceno lo movía el amor por su hijo y el deseo de que nadie sufriera lo que él. A Pedro y a don Trino los movía el amor a la tierra y a su comunidad: no querían que su territorio se convirtiera en un complejo turístico más. Los tres alzaron la voz para exigir paz, justicia y dignidad. En el camino sus voces fueron silenciadas, pero no sus anhelos; esos siguen siendo exaltados por nuestro movimiento. Eva Alarcón y Marcial Bautista también luchan por un mundo mejor, los esperamos pronto de vuelta para seguir construyendo juntos.

Marcial, Eva, Nepo, Pedro y don Trino no callaron ante ese Homo stupidus que en nuestro país ha querido dignificar y presentar como necesaria la guerra. En el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad los seguimos extrañando.


[2] Alonso, Monique. Antonio Machado. Poeta en el exilio. Barcelona: Anthropos, 1985, pp. 192.




lunes, 28 de mayo de 2012

Discurso pronunciado en los Diálogos por la Paz en respuesta al candidato Andrés Manuel López Obrador



Buenas tardes señor Andrés Manuel López Obrador, candidato a la presidencia de la República.
Buenas tardes señor Jesús Zambrano, presidente del PRD.
Buenas tardes invitados de organizaciones que nos acompañan el día de hoy.
Buenas tardes hermanos y hermanas del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.

Señor candidato,

Hace más de un año miles de personas salimos a las calles para visibilizar y denunciar una terrible realidad; la de miles de víctimas, muchas de ellas inexistentes para la mayoría de los gobernantes y políticos, desde ese momento hemos dialogado con distintos actores políticos y sociales para construir conjuntamente propuestas viables, elaboradas por víctimas, académicos, especialistas y legisladores, que nos permitan enfrentar la emergencia nacional.

Así lo hicimos con el presidente en turno, sin embargo a pesar de lo presentamos, del otro lado encontramos negativas rotundas a cambiar la estrategia de seguridad, detener la guerra y construir la paz.

Como candidato a la presidencia de México, nos resulta necesario escuchar su posición sobre algunos elementos, que consideramos fundamentales para enfrentar esta situación. Lo estamos emplazando, en caso de llegar a la presidencia de nuestro país, a que se comprometa a cumplir lo que aquí podamos acordar.

Si la situación es adversa, y usted no resulta electo, le pedimos que usted y su partido se comprometan a limpiar sus filas de delincuencia, e impulsar la siguiente agenda por la Paz, Justicia y Dignidad.

Hemos insistido en diversas temáticas, hoy centramos nuestra agenda en cuatro puntos, de manera que se puedan ubicar con más claridad algunos elementos, que desde nuestra perspectiva se requieren para avanzar en una política pública con visión de Estado para construir la paz. Pido justicia para las víctimas.

En días recientes, la LXI Legislatura tuvo bien en aprobar por unanimidad la Ley General de Víctimas. Sabemos que gente de su partido y de la coalición, que lo impulsa como candidato estuvo respaldando y apoyando fuertemente esta ley; lo agradecemos desde aquí, y aprovechamos este momento para hacer este reconocimiento.

Ahora toca el turno, al actual presidente de la República para que promulgue en el menor tiempo posible esta ley, lo que lamentablemente no ha hecho. Aunque esto es un gran triunfo de la sociedad civil organizada, y un avance en el reconocimiento de víctimas del delito y violación a los derechos humanos, aún queda pendiente la implementación de esa ley y materialización en política pública.

De resultar usted electo, lo convocamos a ésta sea una de sus tareas principales e inmediatas: Garantizar justicia, memoria, verdad, reparación del daño, y garantía de no repetición a todas las víctimas de esta guerra.

Como escuchamos, México requiere también de la creación de un marco jurídico y la implementación de protocolos de búsqueda de personas desaparecidas; protocolos que tomen en cuenta las experiencias internacionales, que contemplen la búsqueda de personas desaparecidas vivas, peritos forenses, laboratorios de identificación, pronta y efectiva de ADN y de formación genética, prevención, sanción y erradicación del delito, así como obligar a las empresas telefónicas a responder ante las investigaciones judiciales que buscan información sobre los desaparecidos.

Dos. Cambio de estrategia de seguridad, el respeto y defensa de nuestra soberanía nacional. Exigimos que la estrategia de seguridad que se aplica en México, no siga subordinada a los intereses de Estados Unidos de Norteamérica, como alternativa proponemos que el problema de las drogas sea borrado como un problema de salud y no como un problema de seguridad nacional.

Lo convocamos, a que de ser usted el próximo presidente de México, se comprometa  a poner fin a la estrategia de guerra, a no adoptar el modelo militarista del gobierno en turno, a desmilitarizar en el menor tiempo posible este país, e iniciar la construcción de la paz.

Por nuestra parte, le proponemos la adopción de un modelo de seguridad humana y ciudadana que ataque de raíces las verdaderas causas del conflicto, y que sea entre su estrategia en la reconstrucción del tejido social.

Tres. Atacar la raíz económica del conflicto. Los diferentes grupos del crimen organizado y la violencia que ha generado, tiene como motor las grandes derivadas del narcotráfico, los secuestros, la trata de personas, la extorsión, la venta de protección y de más delitos. El dinero generado por estos negocios ilegales, que después es inyectado en la economía, mediante el lavado de dinero. Por ello, lo invitamos a impulsar un combate frontal al lavado de dinero y activos de los delincuentes, mediante la creación de unidades autónomas de investigación patrimonial en coordinación con la Unidad Federal de Inteligencia Financiera, que permitan reunir material probatorio para formular acusaciones y dictar sentencias por los actos de negocios ilegales.

Cuatro. Democracia participativa y democratización de los medios de comunicación. La democracia y la vida política del país no puede ser privilegio de una clase política, que busca perpetrarse en el poder; los y las ciudadanas requerimos de espacios desde los cuales incidamos realmente en el rumbo de nuestro país. Por ello, consideramos necesario impulsar una verdadera reforma política, que contemple el mandato revocatorio, las candidaturas ciudadanas, el voto blanco, y la consulta y el referéndum como figuras desde las cuales los y las mexicanas podemos opinar, sobre decisiones cruciales en el rumbo de México.

Lo convocamos a impulsar la democratización de los medios de comunicación, medida que sin duda pasa por poner fin al duopolio televisivo, al mismo tiempo lo emplazamos a impulsar y a apoyar la creación de medios de comunicación masiva organizados desde la ciudadanía y de defensa del interés público.

Señor candidato, es vital y urgente que usted, el partido político que lo postuló, la alianza también, y todos los demás partidos den una muestra de que pueden constituir acuerdos.

La semana pasada, la sociedad civil dio ejemplo de esto en la Primera Cumbre Ciudadana y en las marchas de miles de estudiantes que exigían democracia. La democracia es una forma de vida digna para todos y todas, y no sólo un privilegio para unos cuantos, tampoco es la democracia procesos electorales, los que significan un derroche de tal magnitud que ofenden ante la pobreza de la mitad de la población y la necesidad de las víctimas.

Señor candidato efectivamente, quizá no podamos cuestionar su honorabilidad, pero le recordamos que usted no gobernará solo, que este gobierno no es unipersonal, que no basta con regresar al presidencialismo, que necesita usted –en caso de llegar a la presidencia- tener personas honorables, con una ética que lo respalde, que necesita usted –en caso de llegar a la presidencia- limpiar las filas de su partido, de hacerse aliado de la gente más digna que está en este país.

Señor candidato, también le recordamos que estamos ya desde el 8 de mayo intentando transformar este país. No es cierto que solamente con el voto se transforme, también con la movilización social y también en las calles estamos intentando cambiar este país.

Le recuerdo que antes del 8 de mayo eran simples daños colaterales, que las víctimas no estaban en la lista de ningún partido político, que las víctimas de desaparición forzada y asesinatos no eran objeto de sus discursos, hoy lo son, porque este movimiento lo ha puesto en el centro de su debate.

lunes, 26 de marzo de 2012

Notas sobre la vigencia del marxismo

Texto publicado en la versión electrónica de la Revista Consideraciones
http://revistaconsideraciones.com/2012/03/26/notas-sobre-la-vigencia-del-marxismo/


Notas sobre la vigencia del marxismo
Por Raúl Romero
            Unas horas antes de emprender su recorrido por México y Cuba, Joseph Ratzinger comentó –en  referencia al gobierno de Cuba- que era evidente que “la ideología marxista como era concebida ya no responde a la realidad y así no se puede construir una sociedad”. La declaración que dio Benedicto XVI adquiere importancia más allá de los fines políticos de su primer visita a América Latina, pues lo que expresó es una idea que constantemente venimos escuchando por parte de intelectuales y políticos liberales, neoliberales y hasta por una parte de la socialdemocracia que hoy se autoproclama como izquierda moderna.
            Fomentar la idea de que el marxismo es anacrónico no es más que una estrategia de lo que Marcuse denomino el pensamiento unidimensional, el cual tiene como principal objetivo imponer la ideología de la clase política dominante; es decir el capitalismo. La estrategia no es nueva: encontramos su fase más exitosa luego de la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) cuando el economista Francis Fukuyama decretó el fin de la lucha de clases (motor de la historia para los teóricos marxistas), el fin de las ideologías y por lo tanto el fin de la historia.
            Sin embargo, el marxismo –entendido como un sistema conceptual y como programa político- hoy es más vigente que nunca. La mayor parte de los conceptos, así como la metodología aportada por Marx y Engels, siguen siendo útiles para explicar la sociedad actual. Por ejemplo, la sociedad sigue estando dividida en dos: aquellos que han acumulado las riquezas más exorbitantes y que son dueños de múltiples corporaciones y el resto de la sociedad. Ese fue el gran acierto del movimiento de los indignados en EUA, señalar que tan sólo el 1% de la población mundial es dueña del 40% de la riqueza mundial. Así mismo, la explotación, la acumulación, la enajenación y fetichización del trabajador siguen estando presentes en el mundo de hoy.
            Como proyecto político, el socialismo también sigue siendo una alternativa real ante la barbarie capitalista que actualmente vivimos. Frente a la crisis civilizatoria en la que hoy estamos sumergidos, entendida como una crisis que toca todas las actividades humanas, es necesario construir un socialismo democrático y emancipador. No es exagerado decir que en ello nos jugamos el futuro como humanidad, pues de seguir con el modo actual de producción y consumo, estamos condenados a la extinción. Hoy ha quedado atrás aquella frase de Rosa Luxemburgo que luego inmortalizaron Cornelius Castoriadis y Claude Lefort: Socialismo o Barbarie. Hoy, es preciso decirlo con todas sus letras y sin eufemismos: Socialismo o Extinción.
            Afortunadamente, el fantasma de la alternativa ha comenzado a recorrer nuevamente al mundo; sólo que hoy se nos presenta renovado y con las lecciones aprendidas. Así, podemos decir que ese sentimiento de indignación que ha provocado que miles de hombres y mujeres salgan a las calles por todo el mundo a reclamar lo que les pertenece, es la continuación de aquello por lo que lucharon las generaciones pasadas y llamaron comunismo.
            Digámoslo fuerte y sin temor a ser considerados como “pasados de moda”: mientras el mundo sea gobernado bajo el sistema capitalista, el marxismo estará vigente y el socialismo será una opción. 

viernes, 27 de enero de 2012

Logros y retos del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad


31/01/12

Logros y retos del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad



El próximo 28 de enero se cumplirán 10 meses del lamentable asesinato de Juan Francisco Sicilia, Gabriel Alejo, Julio César y Luis Antonio Romero, y de tres personas más. Esa fecha puede identificarse también como el origen de lo que hoy es el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD). Terrible paradoja: el asesinato de siete personas da vida a un movimiento.

Cuando el poeta Javier Sicilia –padre de Juan Francisco- lanzó el grito de Estamos hasta la madre, diferentes personas y organizaciones acudieron a su convocatoria para intentar frenar la guerra y exigir justicia. Aunque es verdad que desde tiempo atrás organizaciones, intelectuales y víctimas ya denunciaban la barbarie; nadie puede negar que fue a partir de esos sucesos que la indignación y la rabia tomaron un nuevo rumbo.

A lo largo de ese tiempo, el MPJD ha centrado su discurso y sus acciones en dos ejes: 1) la exigencia de justicia para las víctimas y 2) la demanda de alto a la guerra. Esos puntos le han permitido construir redes de solidaridad con otras organizaciones y otros movimientos que también definen como emergencia nacional la situación del México actual.
Para buscar soluciones a esta emergencia nacional, el MPJD ha establecido diálogos con la sociedad civil y con los poderes políticos formales. En ese proceso ha caminado y escuchado a las víctimas de la guerra y de la violencia estructural, al mismo tiempo que fue construyendo relaciones de solidaridad con especialistas que ayudaron a diseñar propuestas viables.

A continuación quiero compartir con ustedes un breve balance sobre algunos logros y retos del MPJD en estos sus primeros diez meses de vida, no sin antes señalar que esto es sólo una lectura personal que puede complementarse con otras visiones.


Logros

1) Nombrar la emergencia nacional: cuatro años después de iniciada la guerra –cuando ya se hablaba de más de 30 mil asesinatos y 10 mil desapariciones-, distintas personas y organizaciones lograron articularse y dar una respuesta conjunta. Afortunadamente, el trabajo de varias agrupaciones que desde años atrás venían documentando y denunciando las múltiples violaciones a los derechos humanos, les evitó partir de cero y aprovecharon esa experiencia para clarificar su camino. Al nombrar colectivamente a la guerra y caracterizar la situación del país como emergencia nacional, lograron hacer de este tema un fenómeno de discusión pública e insertarlo en la agenda nacional e internacional.

2) Visibilizar a las víctimas de la guerra: Contrario al discurso oficial que insistía en criminalizar a las víctimas o considerarlas simples “daños colaterales”, desde el MPJD se impulsó una narrativa crítica y diferente. Con las demandas de Memoria y Verdad se intentó dignificar a aquellos que han sido doblemente asesinados: primero por la violencia y luego por el discurso oficial. Dar nombre y conocer las historias de cada uno/a de los/as muertos/as y desaparecidos/das ha sido un elemento crucial de dicho movimiento. Al mismo tiempo se ha exigido Justicia para todas y cada una de las víctimas.

3) Además de Justicia, Memoria y Verdad, se han puesto en el debate público las exigencias de Reparación del daño y Garantía de no repetición. Para garantizar respaldo jurídico a estas demandas, el MPJD participó en la elaboración –con otras organizaciones e instituciones- de la Ley de Víctimas de la Violencia y de Violaciones a los Derechos Humanos.

4) Articular un pequeño grupo de especialistas que dan acompañamiento jurídico y psicosocial a las víctimas que se han acercado al movimiento. En este proceso se fue acumulando el saber y la experiencia en la larga búsqueda de justicia por parte de familiares y amigos de víctimas directas de la guerra.

5) De víctimas a defensores de derechos humanos. Desde las primeras movilizaciones en abril de 2011, cientos de víctimas directas e indirectas respondieron al llamado a organizarse. En ese lapso se fue dando una transformación de raíz en cuanto a la interpretación de los orígenes y las causas de la violenciaOrganizar el dolor y la indignación ha generado que muchas víctimas sean hoy sujetos sociales que reclaman sus derechos.

6) En los varios recorridos que ha hecho el MPJD por más de 26 estados del país, la comisión de documentación fue procesando y organizando la información que tanto las víctimas como otras organizaciones compartían. Con ello se logró documentar a mayor escala y evidenciar cómo las violaciones a los derechos humanos son un fenómeno constante en la actual estrategia de seguridadEsto ha permitido acudir a instancias internacionales y dar proyección global al conflicto, pues sin duda alguna, los argumentos se vuelven más sólidos cuando existen pruebas que los sostienen.

7) Generar nuevas organizaciones y contribuir a la articulación de las ya existentes. Con las exigencias de justicia para las víctimas y alto a la guerra, el MPJD fomentó y fortaleció la organización local y regional. Víctimas y ciudadanos/as de diferentes entidades de la republica y en otros países crean nuevos colectivos (Emergencia MX, Red global la paz, Guerrero hasta la Madre, Red por la Paz y la Justicia, El Grito más fuerte, Jóvenes ante la Emergencia Nacional, etc.) Aunado a lo anterior, el MPJD se ha articulado con otras organizaciones que, con el mismo tema o con agendas diferentes, han comprendido que la situación de emergencia nacional requiere de una respuesta conjunta.

8) Diálogos con los poderes legislativo y ejecutivo. Debido a las movilizaciones y a la legitimidad incuestionable de las demandas del MPJD, dos de los tres poderes legales de nuestro país (ejecutivo y legislativo) se vieron obligados a entablar diálogos y reconocerlo como actor social. En dicho proceso y sobre la base de los 6 puntos lanzados el 8 de mayo en el zócalo de la ciudad de México, se ha bosquejado una Agenda para la paz. En estos diálogos también se logró visibilizar otros temas que habían sido ocultados por el tema de la guerra, entre ellos: pueblos indígenas y autonomías, educación (presupuesto y obligatoriedad), medios de comunicación (fin del duopolio), transparencia y rendición de cuentas, etc.

9) Diálogos y redes de solidaridad con otras organizaciones de la sociedad civil. El proceso dialogal que abrió el MPJD desde abril de 2011 no sólo fue con los poderes políticos formales, sino también con las organizaciones de la sociedad civil que tienen algo que decir y alternativas que presentar frente a la emergencia nacional. El acompañamiento físico y moral a organizaciones hermanas encaminadas a construir la paz con justicia y dignidad ha sido una constante. Algunos ejemplos son Cheran, Ostula, Wirikuta, Acteal, presos políticos de Chiapas, etc.

10) Frenar la Ley de Seguridad Nacional. En abril de 2011, el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas e Involuntarias de la Organización de las Naciones Unidas recomendó al gobierno mexicano retirar a las fuerzas castrenses de las tareas de seguridad. Dicha recomendación fue resultado de un análisis de la información obtenida durante su estancia en México. En ella se podía observar el aumento significativo de violaciones a los derechos humanos cuando los militares desempeñan esas labores. No obstante, miembros de distintos partidos políticos impulsan una reforma a la Ley de Seguridad Nacional, la cual no sólo legaliza el uso del ejército en tareas de seguridad, sino que además le atribuye mayor poder. Como respuesta, el MPJD ha llamado a frenar dicha reforma –cosa que se logró en dos ocasiones- y ha convocado a especialistas y miembros de la sociedad a construir una Ley de Seguridad Humana y Ciudadana. Así mismo, el MPJD ha insistido en señalar que el fortalecimiento del tejido social y la participación de la sociedad es una alternativa real, como ejemplo ha puesto a las policías comunitarias que operan exitosamente en diferentes regiones del país.

Como todo proceso, el movimiento social que comenzó a articulares durante el primer semestre de 2011 enfrenta serios retos. En su búsqueda por detener la guerra y obtener justicia para las víctimas, los integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad están obligados a realizar un balance crítico y trabajar sobre los puntos en los que se ha mostrado vulnerable. Sobre algunos de esos puntos versan las siguientes líneas.


Retos

1) Seguridad para los y las integrantes del MPJD y de otras organizaciones sociales. El asesinato de Pedro Leyva, Trinidad de la Cruz [2] y Nepomuceno Moreno [3] ; la desaparición de Eva Alarcón y de Marcial Bautista [4] , así como la agresión contra Norma Andrade [5] y las amenazas contra los integrantes del Comité Cerezo [6] ; son sólo un ejemplo de la vulnerabilidad en la que se encuentran los activistas y defensores de derechos humanos en México. Por ello –y obviando que no será el Estado quien brinde seguridad o protección a quienes cuestionan la guerra- el MPJD y todas las organizaciones sociales necesitan replantear sus estrategias y elaborar mecanismos de autoprotección.

2) Financiamiento. Uno de los problemas históricos de las organizaciones sociales es el de cómo financiar sus actividades sin comprometer su independencia y sus principios. Hasta el día de hoy el MPJD ha contado con el apoyo financiero incondicional de la sociedad nacional e internacional. Sin embargo, hoy por hoy , el movimiento se ve obligado a diseñar estrategias de financiamiento que le permitan tener ingresos constantes y seguros para poder seguir desarrollando sus acciones.

3) Profesionalización y continuidad de los equipos de documentación, acompañamiento jurídico y psicosocial. El MPJD logró conformar un pequeño grupo que ha hecho una importante labor de documentación, atención psicosocial y acompañamiento jurídico. Este grupo está integrado por jóvenes estudiantes y especialistas de las áreas afines. Sin embargo, la gravedad de la emergencia nacional ha rebasado las capacidades de dicha comisión. El MPJD tiene que avanzar con la construcción de grupos –y fortalecer lazos con los existentes- que brinden acompañamiento a un mayor número de víctimas. Lo anterior también le permitirá tener un panorama nacional y robustecer la organización de forma regional.

4) Memorial de víctimas. En un esfuerzo por hacer que las generaciones venideras sepan lo que sucedió en México, el MPJD debe de materializar aquello que ha sido una de sus banderas desde sus primeros pasos: la construcción del memorial de víctimas. Conocer los nombres y las historias de todas las personas asesinadas es una responsabilidad con nuestros/as muertos/as y con la historia.

5) Definición de identidad y diseño de la estrategia. A lo largo de 10 meses se ha ido delineando –en acciones y discursos- la identidad del MPJD, pero ha llegado el momento en que esto tiene que formalizarse. El contexto nacional y la coyuntura electoral así lo exigen. Algunos de estos elementos pueden ya vislumbrarse en el pronunciamiento de la Primera Reunión Nacional de Referentes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que salió a la luz el pasado 16 de enero de 2012.

6) Entender las diferencias culturales y regionales. Uno de los grandes obstáculos que han enfrentado los movimientos sociales en México es el de la diversidad cultural y geográfica del país. Lograr construir un movimiento de alcance nacional significa un reto en cuanto a comunicación, movilidad y temporalidad. Si a esto sumamos que la violencia que se vive en México se diferencia en intensidad de forma regional –sin olvidar la pluralidad cultural y los tipos de violencias-, entenderemos que las respuestas desde la sociedad también sean distintas. Ése, sin duda, es uno de los grandes retos que tiene el movimiento: lograr articular organizaciones de todo el país que tienen experiencias y prácticas distintas para resistir a la guerra.

7) Organización regional y articulación nacional. Las nuevas y las viejas organizaciones sociales que tienen que articularse, sin que eso signifique diluirse. La guerra no podrá detenerla ningún movimiento de forma aislada. Parar la guerra es una tarea de todos y todas. Peor aún, enfrentar las consecuencias será una labor larga y de arduo trabajo. Pero no se parte de cero: por todo el país existe una tradición organizativa sobre la que puede edificarse la resistencia a nivel nacional.

8) Mirar más allá de las elecciones. El MPJD es un movimiento que dialoga con el poder político, pero no aspira a detentarlo. Su objetivo ha sido empoderar a la sociedad, coadyuvar a la construcción de nuevos sujetos y actores sociales. Por ello su estrategia tiene que pensarse más allá del proceso electoral que tendrá lugar en julio de 2012. Construir una mirada colectiva a largo plazo sin perder de vista lo inmediato, es un reto clave para el movimiento.

9) Sentar las bases para la reconstrucción del tejido social. Mientras la clase política nacional enfoca todas sus energías en las elecciones presidenciales de julio de 2012, los asesinatos y las desapariciones siguen en aumento. Como si en México no pasara nada, los candidatos a la presidencia nada dicen sobre la guerra. Pareciera no convenirles por ser un tema que no les asegura votos. Aunado a esto, ni la clase política ni las organizaciones de la sociedad civil están preparándose para enfrentar las consecuencias sociales de ésta guerra; la cual dejará marcada a las siguientes generaciones. Por eso, el MPJD y el movimiento social en general deben comenzar a diseñar estrategias que les permitan ayudar a reconstruir el deteriorado tejido social y aminorar las consecuencias.

10) En diferentes ocasiones, los integrantes del MPJD han señalado que los gobiernos de los EUA tienen una gran responsabilidad de la barbarie que se vive en México. El tráfico ilegal de armas, el número de consumidores de cocaína, las operaciones ilegales para meter armas a México y la corrupción, son sólo algunos de los argumentos para hacer dicho señalamiento. Ante esto, el MPJD tiene que intentar insertar en la agenda político-electoral de los EUA el tema de la guerra en México y alentar a la sociedad norteamericana para que desde allá se solidaricen y se movilicen exigiendo el alto a la guerra en México.

La sociedad mexicana y el MPJD enfrentan una grave disyuntiva: detener la guerra o acostumbrarse a ella. Afortunadamente 2011 fue el año en que la sociedad y las organizaciones sociales despertaron a una dolorosa realidad: la de los 60 mil muertos, 10 mil desaparecidos y más de 120 mil desplazados de guerra. El camino para conseguir la paz con justicia y dignidad parece largo, sin embargo ya se ha dado el paso más importante: organizarse.


[2] Comuneros de Santa María Ostula.
[3] Padre de Jorge Mario Moreno León, quién se encuentra desaparecido desde julio de 2010.
[4] Miembros de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán A.C.
[5] Fundadora de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa
[6] Organización de derechos humanos.