OTRO MUNDO ES POSIBLE (Y URGENTE)

lunes, 12 de agosto de 2013

Los Caracoles Zapatistas y las Juntas de Buen Gobierno: 10 años del otro mundo posible.



Fotografía: Raúl Romero

Luego de la contrarreforma indígena aprobada por todos los partidos políticos en 2001, en la que nuevamente se violaron los Acuerdos de San Andrés (1996), el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) pasó a una nueva etapa organizativa. La traición que recibieron por parte de toda la clase política (incluidos los partidos de “izquierda”) los llevó a un nuevo momento, el del ejercicio de facto de las autonomías.
En agosto de 2003 el EZLN anunció la desaparición de los Aguascalientes y el nacimiento de los Caracoles, así comenzaba –dijo la Comandanta Esther- el tiempo de “ejercer nuestros derechos nosotros mismos”[1]. Los Caracoles no venían solos, nacían con las Juntas de Buen Gobierno y ambos eran la maduración de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ) a lo largo también de casi 10 años de lucha. Repasemos un poco esta historia.
El 19 de diciembre de 1994, el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN anunció que como parte de la campaña “Paz con Justicia y Dignidad para los Pueblos Indígenas” y con apoyo de la población de la zona, había tomado el control de 38 municipios. La toma se había realizado sin necesidad de enfrentamiento alguno y respetando el “cese al fuego” en el que se encontraban en ese momento –aunque en realidad las fuerzas federales nunca han dejado de atacar a las comunidades zapatistas-. La población civil de esos 38 municipios se dio a la tarea de elegir nuevas autoridades y renombrar, de acuerdo a sus creencias, usos y costumbres, los municipios. Desde aquel entonces los zapatistas informaron que los municipios tomados se regirían bajo la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, las Leyes Revolucionarias Zapatistas de 1993[2] y las leyes del propio municipio. Así nacieron los Municipios Rebeldes Autónomos Zapatistas (MAREZ). También desde aquel entonces el EZLN anunció que, dado que no aspiraba a la toma del poder del gobierno, los MAREZ se gobernarían por sí mismos a través de consejos autónomos. El EZLN sólo se encargaría de dar protección frente a ataques militares o paramilitares.
Para 2003 los consejos autónomos de los 38 MAREZ habían logrado un grado de articulación y coordinación tal que podían pasar a conformar regiones y apropiarse de los Aguascalientes, “centros de resistencia” que el EZLN había construido en diciembre de 1995.
Los pueblos indígenas zapatistas comenzaron así un ejercicio autonómico en el que contaban con territorios y gobiernos propios, y un ejército puesto a defender los intereses de los pueblos; es decir un gobierno que “manda obedeciendo” y un ejército que cuidaría a ese “pueblo-gobierno”:

A partir de ahora, todo lo referente a los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas se hablará por sus autoridades y por las Juntas de Buen Gobierno, con ellas habrá que tratar también los asuntos de los municipios autónomos tales como proyectos, visitas, cooperativas, conflictos, etcétera.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional no puede ser la voz de quien manda, o sea del gobierno, aunque el que mande, mande obedeciendo y sea un buen gobierno.
El EZLN habla por los de abajo, por los gobernados, por los pueblos zapatistas que son su corazón y su sangre, su pensamiento y su camino.
Nosotros estaremos pendientes de defenderlos, que para eso somos el Ejército Zapatista, el Votan-Zapata, el guardián y corazón del pueblo[3].

Los zapatistas establecieron tres principios para los integrantes de las Juntas de Buen Gobierno: rotatividad, revocación de mandato y rendición de cuentas. Con ellos garantizan que el “mandar obedeciendo” no sea sólo una frase. Así se comenzó a hacer realidad la demanda de municipios autónomos: espacios de gobierno local donde puede ejercerse la democracia directa, donde los integrantes de la comunidad realmente participan de las decisiones que le atañen.
De igual forma, las Bases de Apoyo Zapatistas consolidaron la gran red de municipios autónomos que venían edificando años atrás. Al respecto, González Casanova escribe lo siguiente:

Se trata de un programa de acción, de conocimiento, de perseverancia y dignidad para construir un mundo alternativo, organizado con respeto a las autonomías y a las redes de autonomía. Su objetivo es crear con las comunidades, por las comunidades y para las comunidades, organizaciones de resistencia que desde ahora formen mallas a la vez articuladas, coordinadas y autogobernadas que les permitan mejorar su capacidad de contribuir a que otro mundo sea posible[4].

El EZLN continuó con la lógica de no volverse gobierno. No fueron –ni son- los milicianos zapatistas los que construyeron gobiernos alternativos, su papel es el de protectores, de Votan. Con este hecho nuevamente resaltan las diferencias de los zapatistas con las guerrillas tradicionales o con los grupos revolucionarios de las décadas pasadas, los cuales se planteaban la toma del poder para luego cambiar al mundo.
Las Bases de Apoyo Zapatistas construyeron así una especie de poder popular y gobiernos autónomos fuera de la lógica del Estado y en general de toda la lógica política dominante: no es el poder del gobierno sobre el pueblo, sino el poder del pueblo sobre el gobierno; no es la toma del poder, sino la construcción de un poder emancipador en el que los gobernantes pasan a ser servidores, personas que mandarán obedeciendo al pueblo.
Vale señalar también que desde la Primer Declaración de la Selva Lacandona, los zapatistas señalaron que su lucha no era solamente por el reconocimiento de los pueblos indígenas, y que si bien eran su principal sujeto y actor social, su lucha tenía objetivos mucho más grandes: mediante la demanda del municipio autónomo, se proponían que la soberanía nacional realmente recayera en el pueblo mexicano.
Al mismo tiempo que exigían el reconocimiento de sus derechos, los zapatistas fueron articulando lo local con lo global: al articular su lucha con las de otros pueblos y organizaciones nacionales e internacionales, los zapatistas evidenciaron el carácter global de su lucha, es decir por un México y por un mundo con democracia, libertad y justicia, lo cual sólo es posible en un mundo sin capitalismo en cualquiera de sus formas.
Con la construcción de los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno los zapatistas han contribuido de gran forma a las luchas por la emancipación de la humanidad. Ello radica en que frente a un proceso de explotación y dominación combinada, ellos construyen una alternativa emancipatoria también combinada.
En diciembre de 2011, a propósito del “Segundo Seminario Internacional de Reflexión y Análisis. Planeta tierra: Movimientos antisistémicos” realizado en la Universidad de la Tierra-Chiapas, la filosofa Fernanda Navarro dijo que la lucha de los zapatistas podía leerse en tres tiempos: el tiempo de pedir, el tiempo de exigir y el tiempo de ejercer. Con los Caracoles Zapatistas y las JBG, los pueblos zapatistas se dieron a la tarea de ejercer sus derechos, de dar cumplimiento a lo pactado en San Andrés y de darse gobierno.
Entre el 8 y 10 de agosto de 2013 se cumplen 10 años del nacimiento de los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno. Durante los días que seguirán, los propios zapatistas contarán su experiencia y mostrarán los avances y dificultades en este proceso. Habrá que estar atentos y escuchar como construyen ese otro mundo posible, ese que sin duda es el proyecto emancipador más importante en la era actual. Por lo demás, basta decir: ¡Larga vida a los Caracoles, a las Juntas de Buen Gobierno y al EZLN!







[1] Comandanta Esther. (2003) “A los pueblos indios de México” [en línea]. Chiapas, 09 de agosto. Tomado del sitio electrónico Cartas y Comunicados del EZLN. Disponible en  http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/ [Consulta: 31 de marzo de 2013].
[2] Leyes de guerra diseñadas por ellos mismos y que tenían que ver con impuestos de guerra, trato a los soldados del ejército federal, pero también con redistribución de la tierra y formas de autogobierno.
[3] SCI Marcos. (2003) “Palabras por el nacimiento de las Juntas de Buen Gobierno” [en línea]. Chiapas, 09 de agosto. Tomado del sitio electrónico Cartas y Comunicados del EZLN. Disponible en  http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/ [Consulta: 31 de marzo de 2013].
[4] González Casanova, P. (2009) “Los Caracoles zapatistas: redes de resistencia y autonomía”. En De la sociología del poder a la sociología de la explotación. Pensar América Latina en el siglo XXI. Colombia: CLACSO, p. 338.

martes, 16 de julio de 2013

Alberto Patishtan: resistir desde la cárcel


El 12 de junio del 2000, el profesor tzotzil Alberto Patishtan se encontraba en una reunión de trabajo. Así lo constatan la lista de asistencia a la reunión y los testimonios de sus compañeros. Al terminar la junta, Patishtan se dirigió al municipio de Simojovel, Chiapas, donde amigos y conocidos le informaron que horas antes había ocurrido un enfrentamiento en la zona.
Efectivamente, unas horas antes, cuando el profesor Patishtan se encontraba en la reunión, fue emboscada una patrulla en la carretera Las Limas. El saldo: siete personas asesinadas y dos lesionadas; entre estas últimas, el hijo del presidente municipal de El Bosque.
Patishtan se enteró por un conocido, que en aquel entonces era regidor del municipio, que buscaban culparle a él de la emboscada. Los rumores sobre la posible acusación fueron creciendo; pero Patishtan, consciente de su inocencia, decidió seguir con su vida de forma normal.
Siete días después de los sucesos, el 19 de junio del 2000, cuatro hombres vestidos de civil abordaron a Alberto Patishtan. Sin mostrarle orden de aprehensión ni decirle nada, lo subieron a una camioneta y lo trasladaron a las oficinas de la procuraduría del estado en Tuxtla Gutiérrez, Chis. Ahí comenzó el largo martirio.
Patishtan fue obligado a declarar sin la presencia de un abogado, fue arraigado por 30 días en un hotel y luego fue trasladado al Centro de Readaptación Social (CERESO) No. 1 en Cerro Hueco, Tuxtla Gutiérrez.
Aunque la imputación del delito a Patishtan es completamente falsa, el profesor supuso que todo se trataba de una venganza política por las críticas que había hecho al  presidente municipal. Entendió entonces que la verdadera causa de su encarcelamiento era no haber guardo silencio ante la injusticia.
Al llegar a la cárcel de Cerro Hueco, Patishtan conoció a otros presos políticos, entre ellos muchos zapatistas, que se habían organizado para denunciar las pésimas condiciones carcelarias y también para evidenciar su injusta reclusión. Conoció así el colectivo La Voz de Cerro Hueco, conformado en la segunda mitad de la década de los 90’s y el cual agrupaba principalmente a indígenas Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
En el año 2000 se conformó otro colectivo de presos en la misma prisión: La Voz de la Dignidad Rebelde, los cuales realizaron una huelga de hambre y cocieron sus labios. Para ese entonces, Patishtan –quien apenas llevaba unos meses preso- ya era parte activa del colectivo.
Casi dos años después de su detención, el 18 de marzo de 2002, Patishtan fue sentenciado a 60 años de prisión. Pero con la fortaleza moral y espiritual que lo caracterizan, el profesor tzotzil continuó con su lucha.
En julio de 2004 los presos de Cerro Hueco fueron trasladados a una nueva prisión: el CERESO no. 14, conocido como El Amate –por el tipo de árbol que crece en la región-. Los presos fueron trasladados en condiciones inhumanas: atados y amontonados en tráileres para ganado. Las condiciones de vida en El Amate fueron aún peores: la prisión ni siquiera estaba terminada, los alimentos básicos no les eran garantizados a los presos y en más de una ocasión se les negó el derecho a ser visitados. Estos hechos desembocaron en protestas por parte de los reclusos, los cuales terminaron por amotinarse unas semanas después.
Un año más tarde, en junio de 2005, el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN dio a conocer la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, documento con el que iniciaron un nuevo proceso organizativo y de articulación a nivel nacional. Los antiguos integrantes de La Voz de la Dignidad Rebelde –entre ellos Alberto Patishtan- conocieron el documento y dado que se encontraban en una nueva cárcel y había nuevos integrantes, decidieron formar un nuevo colectivo. El 5 de enero del 2006 nació La Voz del Amate, colectivo que inmediatamente se declaró Adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Ese mismo día, el Subcomandante Insurgente Marcos, quien viajaba rumbo a Tuxtla como parte de las actividades de la Otra Campaña, decidió parar el convoy en el que viajaba y hacer un breve mitin a las afueras del penal. En el acto, Marcos hizo saber a los guardias de la entrada y a quienes lo acompañaban que dentro de esa prisión estaban compañeros suyos y que estarían al pendiente de los procesos. Desde entonces, La Voz del Amate ha mantenido una relación cercana con el zapatismo, la cual se ha reforzado con la inclusión de personas Bases de Apoyo Zapatistas al colectivo.
Pronto comenzó a ubicarse al profesor Patishtan como una figura clave en La Voz del Amate: su experiencia, sus conocimientos y su carisma lo hacían destacar entre el resto de sus compañeros.
En 2008, Zacario Hernández Hernández, indígena tzotzil también apresado injustamente, inicio una huelga de hambre exigiendo su libertad. Zacario señaló en aquel entonces que prefería morirse a pagar una condena por un delito que no cometió. Unos días después de la huelga iniciada por Zacario, los integrantes de La Voz del Amate decidieron sumarse a la exigencia de su compañero de prisión. Hicieron lo mismo otros reos de las cárceles de San Cristóbal de las Casas y Playas de Catazajá también en Chiapas y de Tacotalpa en Tabasco.
Luego de 36 días en huelga de hambre, Zacario obtuvo su boleta de libertad. Animados por este triunfo, otros presos en El Amate decidieron continuar con la huelga para exigir que se revisaran sus casos. Duraron 41 días sin comer y sólo levantaron su protesta cuando el gobierno del estado instaló una mesa de revisión de expedientes. Dicho proceso desemboco en la liberación de casi 50 personas presas injustamente. Sin embargo,  a pesar de que en las mesas se detectaron violaciones al proceso penal de Alberto Patishtan, las instancias correspondientes decidieron mantenerlo preso.
Patishtan no se rindió y su lucha pronto encontró eco en distintos rincones del mundo. En 2010 fue reconocido con el premio “Jcanan lum jtatik Samuel Ruíz” por “su servicio, cuidado y amor a su pueblo”. En el mismo año el caso fue presentado ante Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Personalidades, artistas e intelectuales como Pablo González Casanova, Manu Chao, Julieta Egurrola, Raúl Vera y Miguel Concha se han sumado a la exigencia de libertad.
En trece años preso injustamente, Patishtan no ha cesado de exigir su libertad, de denunciar las condiciones carcelarias, de animar a otros presos a organizarse e inclusive, de alentarlos a estudiar. Por estos motivos, los diferentes niveles de gobierno han trasladado constantemente al profesor a otras prisiones en un intento por aislarlo y desmoralizarlo. Sin embargo, en cada cárcel a la que lo trasladan, Patishtan vuelve a organizarse y reinicia la resistencia.
Hoy Patishtan se encuentra recluido en el CERESO no. 5 en San Cristóbal de las Casas. En próximos días el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, con sede en Tuxtla Gutiérrez, emitirá el fallo final sobre su caso. No hay motivo jurídico para que Patishtan siga preso. No sólo se ha demostrado su inocencia, además se han evidenciado irregularidades en el proceso.  
El caso de Patishtan es uno más de los miles que hay en el país. Pero Patishtan es uno entre miles: su solidaridad y compromiso con los pobres de la tierra no encuentran límites. Quizá por eso lo mantengan en la cárcel. Y también por eso debemos seguir luchando para tenerlo en libertad construyendo un mundo mejor[1].





[1] Para más información consúltese el blog de Alberto Patishtan y la página del Centro de Derechos Humanos  Fray Bartolomé de las Casas

viernes, 5 de julio de 2013

“Fue el pueblo el que nos liberó, no el gobierno”: Solidarios de la Voz del Amate.



El martes 2 de julio me informaron que nueve presos Solidarios de la Voz del Amate serían liberados en el transcurso de la tarde. La noticia me dejo estupefacto, no podía creerlo. Apenas unos días atrás había tenido la oportunidad de visitarlos en el CERESO No. 5, ubicado a las afueras de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. En aquel encuentro pude conocer sus casos, las irregularidades y las múltiples violaciones a los derechos humanos de las que son objeto. Ahí también comprobé –una vez más- lo injusto del sistema de justicia en México y la profunda raíz colonialista sobre la que se construye.

Hice varias llamadas para comprobar la información, todos mis interlocutores lo corroboraron. Me alegre mucho. Un triunfo como este, en el contexto actual del país, sabe a gloria.

Pasaron tres días desde el anuncio hasta la liberación de Rosario Díaz Méndez, Pedro López Jiménez, Juan Collazo Jiménez, Juan Díaz López, Rosa López Díaz, Alfredo López Jiménez, Enrique Gómez Hernández, Juan López González y Benjamín López Díaz. El motivo: el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, quería asistir personalmente a excarcelar a parte de los Solidarios de la Voz del Amate. No es que los aprecie o le cause alegría verlos libres, lo que sucedía es que Manuel Velasco quería capitalizar mediáticamente este triunfo de los presos y de miles de personas solidarias en la lucha por su libertad… Y es que el gobierno de Manuel Velasco atraviesa por una severa crisis en los últimos días.

El sábado 29 de junio, en la capital del estado, la policía local reprimió violentamente a la sección democrática del magisterio. Al día siguiente, en la primera plana de un periódico de circulación nacional, se mostraba la fotografía de un profesor atado de las manos con su propio cinturón y el rostro ensangrentado. En el fondo de la imagen aparecían otros cuatro maestros también duramente golpeados. Dos días después de la represión, el lunes 1 de julio por la tarde, los profesores democráticos salieron a las calles a realizar varios bloqueos carreteros demandando justicia.

Igualmente, el martes 2 de julio, en diferentes puntos del mismo estado, se registraron al menos dos bloqueos carreteros. En las afueras del municipio de Ocosingo, un grupo local de transportistas protestó contra los altos costos de la gasolina. En el ejido de San Sebastián Bachajón, los pobladores adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del EZLN, realizaron otro bloqueo carretero exigiendo la liberación de los presos políticos Antonio Estrada Estrada y Miguel Demeza Jiménez y demandando justicia por el asesinato de Juan Vázquez Vázquez.

A este contexto se suman los conflictos internos en la cúpula priísta del estado, los cuales derivaron en la “renuncia voluntaria” de Noé Castañón León como secretario de gobernación. Chiapas está que arde.

Así, el jueves 4 de julio, luego de que Baldemar Velázquez –dirigente sindical en EUA- visitara a Patishtan y a los Solidarios de la Voz del Amate, aproximadamente a las 19 horas, los presos cruzaron las rejas del penal para abrazarse con sus familiares y amigos. Después, partieron rumbo a la Catedral de San Cristóbal de las Casas para congregarse y celebrar su libertad frente a la tumba de Samuel Ruíz García, quien en vida se entregó a la defensa y acompañamiento de los pueblos indígenas de Chiapas y de México.

Mientras miembros de la prensa, curiosos y solidarios dábamos forma al contingente, los ex presos decidieron caminar por las calles de San Cristóbal de las Casas y dirigirse a las oficinas del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (FrayBa), quienes también han acompañado a las organizaciones de presos el estado. Como parte de este trabajo, en 2011 presentaron el Informe especial: Violaciones a los derechos humanos en el sistema carcelario en Chiapas.

En las oficinas del FrayBa, uno a uno los presos fueron compartiendo su palabra. La primera en hablar fue Rosa López, detenida injustamente desde 2007 y víctima de tortura y violaciones por parte de la policía local para declararse culpable de un delito que no cometió. Rosa agradeció a todos los que se organizaron para exigir su libertad, pues al lograrlo, le daban la oportunidad de volver a estar junto a sus hijas.

Luego tocó el turno de Pedro López Jiménez, quien en su intervención insistió en que su liberación era un “triunfo del pueblo y no una concesión del gobierno”. Además comentó que ahora que están libres continuaran luchando; no sólo por la libertad de Alberto Patishtan, también se organizarán contra otras injusticias de las que son objeto los pueblos indígenas de la región.

Estoy seguro que gobierno y medios oficialistas querrán cubrir esta liberación de los Solidarios de la Voz del Amate como un gesto de “buena voluntad” de Manuel Velasco. Ante la crisis de legitimidad que enfrentan, se ven urgidos de generar opinión pública favorable. Pero los y las de abajo sabemos que en realidad la excarcelación de los Solidarios de la Voz del Amate se debe más a la organización social, a la lucha de los propios presos, de sus familias, de sus comunidades y por supuesto, a la lucha de Alberto Patishtan y de organizaciones solidarias en México y el mundo. Hoy podemos estar felices por este triunfo, y con esa alegría seguiremos luchando por la libertad de Patishtan y Alejandro, la de Antonio Estrada y Miguel Demeza, por la libertad de todos los presos políticos del país y por un mundo mejor.

San Cristóbal de las Casas, Chis., 5 de julio del 2013

martes, 21 de mayo de 2013

Colonialismo interno y autonomías


Publicado en Rebelión, 15 de mayo del 2013.


Colonialismo interno y autonomías 

Durante la primera mitad del siglo XX, los trabajos sobre el colonialismo cobraron cierta notoriedad en las ciencias sociales, lo anterior debido a las luchas por la independencia que emprendieron los pueblos de las antiguas colonias en la misma época. Jean-Paul Sartre define esta etapa como el momento en el que “el Tercer Mundo se descubre y se expresa a través de esa voz. Ya se sabe que no es homogéneo y que todavía se encuentran dentro de ese mundo pueblos sometidos, otros que han adquirido una falsa independencia, algunos que luchan por conquistar su soberanía y otros más, por último, que aunque han ganado la libertad plena viven bajo la amenaza de una agresión imperialista” 1 .

Como fenómeno concreto, el concepto de colonialismo hace referencia a la relación de dominación y explotación en la que unos países –generalmente potencias económicas y militares-, someten a otros países y se apropian de su territorio. Los primeros son conocidos como metrópolis, mientras que a los segundos se les ha nombrado colonias o protectorados .

El colonialismo como proceso histórico encuentra dos grandes momentos: 1) la colonización de América, con la cual se vieron beneficiados principalmente España, Portugal, Gran Bretaña y Francia, y 2) la colonización, durante los siglos XVIII, XIX y parte del XX, de algunas regiones de África, Asia y Oceanía, por parte de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Portugal, Bélgica e Italia. Es fundamental señalar que esta segunda ola colonizadora cuenta con un nuevo ingrediente producto de la revolución industrial: el capitalismo como sistema político y económico dominante .

En un ejercicio por definir algunas características del colonialismo, podríamos decir que:

  1. Como categoría de análisis sólo es posible debido a las luchas de los pueblos por su conformación como Estados-nación independientes.
  1. Describe relaciones de explotación y dominación de corte internacional , es decir, de un Estado-nación sobre otro u otros pueblos.
  1. Adquiere su forma de ideología y se materializa como política sistemática , es decir, como política recurrente, ordenada y metódica
  1. Tiene desde sus orígenes fines fundamentalmente políticos y económicos , por lo que implica un problema estructural y no sólo racial ocultural .
  1. Se emprende bajo el falso mito de llevar civilización y progreso, se complementa perfectamente con las estructuras pre-capitalistas pues las metrópolis monopolizan la explotación de los recursos naturales de las colonias, obtiene de los colonizados un ejército de reserva de mano de obra barata , construye nuevas rutas para la importación de materias primas y la exportación de sus productos , al mismo tiempo que aseguran ingresos fiscales , por mencionar algunos elementos.
  1. La formación de monopolios (característica principal del desarrollo del capitalismo y que es posible debido a las políticas colonialistas).
  1. El surgimiento de una “oligarquía financiera” y del “capital financiero” como resultado de la fusión del “capital bancario” con el “capital industrial”.
  1. La “exportación de capitales”.
  1. El nacimiento de asociaciones o alianzas internacionales monopolistas.
  1. La repartición del mundo entre las principales potencias capitalistas.
Los pueblos originarios que luchan por la autonomía están organizados en distintos niveles, según su propio tamaño y complejidad. En su forma más avanzada, se organizan en redes de comunidades que conforman municipios y/o regiones.
Notas:

Ahora bien, el desarrollo de nuevos mercados, la acumulación de capital y la formación de monopolios durante el colonialismo potenció   el desarrollo del capitalismo, a tal grado que, según V. I. Lenin, el capitalismo encontró una de sus formas más organizadas: el imperialismo , el cual se caracteriza por:


Los estudios sobre el colonialismo permitieron que diferentes académicos pudieran pensar dicho fenómeno desde diferentes regiones. Este es el caso de Pablo González Casanova y Rodolfo Stavenhagen, quienes miraron al colonialismo desde América Latina y lograron observar una expresión distinta del colonialismo, una que se da de forma intranacional, es decir, dentro de un mismo Estado-nación; fenómeno al que denominaroncolonialismo interno.

Al situar el fenómeno en su contexto histórico, Stavenhagen señala que el proceso de colonización de América estuvo siempre enmarcado en un sistema “mercantilista-capitalista en expansión” con el que las metrópolis construyeron su propio desarrollo. Éste desarrollo se obtuvo a costa delsubdesarrollo de las colonias que funcionaron como “exportadoras de materias primas” y lugares en los que se obtenía “mano de obra barata”.

El desarrollo de unas regiones a costa del subdesarrollo de otras es un fenómeno que también se hizo presente al interior de las propias colonias: mientras en los centros mineros y ciudades principales se generaba un desarrollo –siempre funcional a las dinámicas de la producción-, otras regiones iban siendo condenadas al subdesarrollo. Estas relaciones de explotación y dominación de tipo colonial han subsistido hasta nuestra época, sea bajo la forma de metrópoli-coloniacentro-periferia o ciudad-campo.

Pablo González Casanova describe al colonialismo interno como relaciones sociales de dominación y explotación entre grupos culturales distintos, cada uno con sus propias estructuras de clase. El colonialismo interno implica una forma de explotación y dominación combinada, una especie de mezcla entre “feudalismo, esclavismo, trabajo asalariado y forzado, aparcería y peonaje, servicios gratuitos”.

El colonialismo interno únicamente se hace perceptible –más no termina- cuando las antiguas colonias conquistan su independencia (al menos en lo formal) y se convierten en Estados-nacionales independientes, lo que permite la llegada al poder de una nueva clase social. Este relevo de los grupos dominantes en México y gran parte de América Latina se observa cuando los criollos sustituyen a los españoles al frente de las nuevas naciones del continente.

Ahora bien, las ciencias sociales hegemónicas y varios exponentes del pensamiento crítico a menudo plantean el problema del colonialismo interno como un fenómeno netamente cultural o racial que se resolverá con la “modernización”, la “integración nacional” y la construcción de un Estado homogéneo con lengua y cultura única. Esta lectura reproduce ciertas características colonialistas que buscan someter e integrar los pueblos originarios a la forma de organización tradicional. Una lectura crítica contempla a las luchas contra el colonialismo interno como luchas que buscan la construcción de un Estado multiétnico.

Visto como un fenómeno característico del desarrollo del capitalismo, el colonialismo interno no describe la lucha de unas etnias contra otras, sino las luchas de minorías, etnias y naciones contra las clases dominantes, contra el colonialismo y contra el imperialismo. Así, el colonialismo y el colonialismo interno son fenómenos intrínsecamente ligados al desarrollo del capitalismo y por lo tanto a la lucha clases.

El colonialismo y la liberación nacional fueron temas presentes durante los debates que sostuvieron las fuerzas socialistas en la primera mitad del siglo XX. El debate giró en torno a la pregunta de qué posición adoptar sobre la cuestión nacional . El debate no fue menor, pues al ser la nación“producto de las revoluciones burguesas”, encontró una fuerte crítica dentro de los bolcheviques más ortodoxos.

Este no fue el caso de Lenin, quien en Sobre el derecho de las naciones a la autodeterminación señaló que si bien las naciones son producto de las revoluciones burguesas, vale la pena destacar el activo papel de las masas y sobre todo de los campesinos en las luchas por la autodeterminación nacional. Lenin también apuntó que valía hacer una diferenciación clave en cuanto a la cuestión nacional: reconocer que existen naciones opresorasnaciones oprimidas y que por tal motivo los revolucionarios deben apoyar las luchas por la liberación nacional y contribuir a finalizar con toda forma de opresión. Con este planteamiento Lenin no sólo nos deja ver su visón estratégica –la unidad de las masas en torno a la lucha por la liberación nacional-, sino que también nos muestra su profunda vocación antiimperialista y emancipatoria.

El debate resurgió cuando la “nueva izquierda” cuestionó severamente el carácter colonial e imperial de la URSS. Desafortunadamente, aquellos que lucharon por la liberación nacional y por el socialismo fueron incapaces de observar y atender esta forma de dominación, cayendo así en serias contradicciones. La lucha contra el colonialismo interno quedó subsumida y prácticamente anulada por la lucha contra el capitalismo y el imperialismo.

Una experiencia diferente en este sentido fue la del Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua, el cual logró en 1987 que se incluyera en la Constitución nacional el reconocimiento de la “autonomía regional”. Sin embargo es hasta finales del siglo XX cuando los movimientos de resistencia que demandan la autonomía de las etnias y de los pueblos originarios se mostraron al mundo y el problema del colonialismo interno tomó centralidad en las luchas contra la dominación y la explotación; encontrando en el EZLN y otros pueblos indios con su demanda de autonomía a su principal referente.

La autonomía no es exclusiva de los pueblos indígenas, pero han sido ellos los que la han mostrado al mundo como alternativa. El proceso mismo conlleva la emergencia de un sujeto sociopolítico que busca construir espacios de resistencia al sistema dominante; en nuestro caso el capitalismo-neoliberal con su colonialismo intranacional e internacional. En este contexto, la exigencia de autonomía de los pueblos indígenas implica, frente a la exaltación del individuo (característica del capitalismo-neoliberal), una recuperación de la comunidad, planteamiento que es en sí mismo antagónico

Como autogobierno, la autonomía envuelve también un proceso; motivo por el cual valdría la pena diferenciar entre procesos autonómicos y autonomías integrales. Entendemos como procesos autonómicos a aquellas experiencias que no han logrado construir una autonomía integral. Por ejemplo, en el México contemporáneo podemos encontrar distintos procesos autonómicos que abordan temas de seguridad y justicia, otros más que apuntan al ámbito educativo, algunos otros se enfocan a áreas de medicina y salud, y también hay experiencias que se concentran en medios de comunicación.

La construcción de autonomía también es una disputa por el territorio, no por la propiedad, sino por el derecho al uso y disfrute. En un contexto de capitalismo-neoliberal, la disputa por el territorio y los recursos es una afrenta clave de los pueblos indígenas contra las corporaciones y sus megaproyectos extractivitas, y también contra los grupos del crimen organizado.


Ahora bien, la demanda de autonomía es la politización de un proceso de resistencia característico de los pueblos indígenas. Si vemos el fenómeno de forma histórica, recordaremos que los pueblos originarios han resistido de forma antiquísima, conservando o adaptando muchas de sus tradiciones y formas de organización. Ésta característica, combinada con la marginación y exclusión de las que han sido objeto por parte del Estado mexicano, ha dotado de legitimidad el reclamo de reconocimiento de los pueblos indígenas. Sin embargo, la evolución del capitalismo ha generado que, muchos pueblos indígenas que reclaman su autonomía y defienden su territorio, tomen conciencia de que el problema al que se enfrentan está ligado a procesos globales, lo que les ha permitido, en algunos casos, definirse como anticapitalistas antineoliberales. En este sentido, la lucha por la autonomía “constituye –escribe López y Rivas- algo más que el autogobierno tradicional indígena”2.

Nos encontramos así con que la lucha por la autonomía que encabezan algunos pueblos indígenas –sobre todo aquellos que trascienden la demanda del reconocimiento de sus derechos al Estado- en los hechos enfrentan y construyen alternativas al capitalismo-neoliberal.

Las luchas por las autonomías de los pueblos originarios hoy se encuentran presentes en toda América Latina. En Chile, Paraguay, Colombia y Peru hay pueblos que siguen luchando y construyendo su autonomía. En Bolivia y Ecuador los pueblos han generado grandes triunfos que se han visto materializados en las constituciones de esos países. La propia ONU ha reconocido, a través de la de Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, la deuda histórica que se tiene con los pueblos originarios.

En México, como ya señalamos, el EZLN se ha convertido en el referente de estas luchas. Pero también están los pueblos de Guerrero, Michoacán, Jalisco, Nayarit, Oaxaca, etc. Hoy los pueblos indígenas son un sujeto político y social que exige sus derechos al mismo tiempo que construye sociedades alternativas. Sigamos acompañándolos, mucho tenemos que aprender de sus luchas.

1  Sartre, J. P. (1963) “Prefacio”. En F. Fanon. Los condenados de la tierra. Argentina: Kolectivo Editorial Último Recurso, pp. 7-8.
2  López y Rivas, G. (2010) “Tesis en torno a la autonomía de los pueblos indios” [en línea]. En revista Rebelión, 25 de mayo. Disponible en:http://www.rebelion.org/noticia.php?id=106782 [Consulta: 15 de octubre de 2012].

miércoles, 1 de mayo de 2013

UNAM: Todavía estamos a tiempo


UNAM: Todavía estamos a tiempo
Por Raúl Romero

El 19 de abril de 1999, después de un intenso proceso de movilización social –marchas, asambleas, un referéndum, etc.-, miles de estudiantes nos dimos cita en las preparatorias, cch´s, escuelas y facultades de la UNAM para iniciar una huelga contra el reglamento general de pagos que intentaba imponerse. Así, el 20 de abril amanecimos con más del 80% de las escuelas tomadas. Para el 22 del mismo mes casi toda la UNAM –habíamos decidido no cerrar los institutos de investigación- estaba bajo resguardo de estudiantes, profesores y trabajadores organizados en contra de la avanzada neoliberal.

En aquellos días, nuestras demandas, métodos y movilizaciones contaron con gran aprobación por parte de un importante sector de la sociedad. Pronto las y los jóvenes nos pusimos a la cabeza de un movimiento social con gran fuerza. Así lo reconocieron múltiples organizaciones sociales que hicieron de nuestro movimiento su principal aliado. Otras fuerzas políticas encontraron en esa generación un semillero de militantes y líderes sociales y comunitarios.    

Todos conocemos el desenlace de aquella huelga. Al respecto tenemos opiniones encontradas. Pero más allá de los “juicios subjetivos”, de los “prejuicios ideológicos” y hasta de las “reflexiones pasionales”; nadie puede negar dos resultados concretos de aquel proceso: 1) el reglamento general de pagos fue rechazado y con ello también parte del proyecto neoliberal en la UNAM y 2) el movimiento estudiantil y juvenil quedó sumamente lastimado, el tejido social universitario roto y las nuevas generaciones “vacunadas mediáticamente” contra el discurso de los activistas.

A pesar de las diferentes organizaciones y manifestaciones de jóvenes y de estudiantes por todo el país que vinieron después del 2000 –año en que se puso fin a la huelga de la UNAM con la entrada de la Policía Federal Preventiva, la violación a la autonomía universitaria y el encarcelamiento de varios centenares de compañeros y compañeras-, es realmente hasta el 2012 cuando las juventudes volvieron a evidenciar su potencial transformador como sujeto político y social articulado en el #YoSoy132. El contexto político, social y económico contribuyó a ello, como también abonó la agudización de la crisis de legitimidad y de representatividad de las instituciones políticas en toda la república.

Hoy el movimiento juvenil y estudiantil está nuevamente amenazado. La reciente toma del edificio de rectoría en la UNAM sirve como pretexto para ello. Sobre esta situación van las siguientes reflexiones:

1)      No se trata de condenar o criminalizar la toma de rectoría o de cualquier otro espacio para visibilizar o presionar políticamente. En los movimientos sociales antes hemos utilizado esos u otros métodos más radicales para alcanzar nuestros objetivos. Reivindicamos la recuperación de tierras o la ocupación de plazas públicas. Inclusive reconocemos el legítimo derecho de los pueblos a la rebelión y la autodefensa. Lo que en este caso en particular debemos cuestionar es la falta de organización y consenso, la falta de una estrategia y un discurso claro sobre medios y objetivos, pero sobre todo, el arrojo vanguardista que pareciera buscar generar mártires y situaciones extremas para despertar apoyo a la causa.

2)     La imposibilidad de transformar positivamente al país por la vía institucional, la terrible guerra en la que nos han sumergido desde 2006, los efectos propios del capitalismo-neoliberal y la agudización de las condiciones de opresión y dominación, entre otras razones, han provocado que el discurso y las acciones de confrontación directa contra la burguesía, el Estado y sus fuerzas represoras cobren gran fuerza. A pesar de que éste discurso y éstas acciones han sido características de las fuerzas revolucionarias de izquierda, vale también reconocer que en distintos momentos el mismo discurso ha sido bien utilizado por las fuerzas dominantes para ampliar y profundizar su poder.

3)  Aunque estas acciones sean emprendidas con fines y actores legítimos, si no es resultado de un proceso que involucre y se legitime con el apoyo de las mayorías, se corre el riesgo de generar un enorme retroceso en el que grupos reaccionarios de derecha y extrema derecha se re-articulan para confrontar a un enemigo común.

4)   Al analizar la toma de rectoría y los distintos actores involucrados en ella, sería pobre decir que es solamente un conflicto entre “ccacheros” y autoridades; al igual que lo sería no reconocer la existencia de otros poderes en la propia UNAM, en el gobierno federal y en el Partido Revolucionario Institucional, para los que José Narro Robles es incomodo.

Mediáticamente, los poderes formales y reales de este país han aprovechado perfectamente los “errores” de los ocupantes de rectoría para reducir a eso el gran movimiento juvenil y estudiantil que ocupó las calles en 2012. La creatividad, la festividad, la imaginación, la pluralidad, el diálogo y las varias características que destacaron la irrupción de las juventudes a través del #YoSoy132 intentan ser reducidas a las acciones “erradas” de un grupo, que para decirlo de paso, han sido cuestionadas y hasta rechazadas por un amplio sector de universitarios. Todavía estamos a tiempo de detener este golpe. Para ello se requiere de la participación activa de la comunidad universitaria. Sólo así impediremos que otros usurpen nuestro lugar. Evitemos que los extremos nos eliminen.



miércoles, 27 de febrero de 2013

Hollywood como aparato de reproducción ideológica del imperialismo


Publicado en Agencia Latinoamericana de Información el 27 de febrero, 2013.

En el prólogo de la Contribución a la Crítica de la Economía Política (1859), Marx escribió que los seres humanos establecen determinadas relaciones de producción “necesarias e independientes a su voluntad” que van de acuerdo a la “fase de desarrollo” en la que se encuentran. Dichas relaciones conforman la “estructura económica de la sociedad”, estructura sobre la cual se levanta una “superestructura jurídica y política”. Marx concluyó  dicha reflexión señalando que “no es la conciencia del hombre lo que determina su ser, por el contrario, es el ser social lo que determina su conciencia”.

De forma exageradamente resumida, y sin retomar las múltiples interpretaciones sobre el tema –las de Gramsci y Althusser, entre las más importantes-, se puede decir que la superestructura en Marx es ese conjunto de ideas políticas, religiosas, jurídicas, filosóficas, artísticas, etcétera, que se construyen sobre la base de las relaciones económicas capitalistas; las cuales tienen la función de reproducir y perpetuar dichas relaciones. De esa manera, en el capitalismo se impone una ideología afín con la cual se justifica y legitima el modo de producción-explotación, ideología que reproduce y se reproduce en el capitalismo, al mismo tiempo que busca perpetuarle. En resumen: al capitalismo como sistema económico dominante le corresponde una ideología también dominante.

Casi un siglo más tarde, en 1947, T. Adorno y M. Horkheimer acuñaron el término “industria cultural” para referirse a los medios de comunicación y a la industria del entretenimiento que hacían del arte y de la comunicación una “mercancía”, la cual contribuía a afirmar el orden capitalista. En aquella época, la radio, la televisión y el cine empezaban a ocupar un papel fundamental en la reproducción del statu quo.

Es también durante la primera mitad del siglo XX que la mercantilización del cine se establece y cobra gran fuerza a través de Hollywood, la industria del cine más grande del mundo, y que arroja enormes ganancias a la economía norteamericana. Pero la ganancia no sólo es en ese sentido, pues Hollywood se ha convertido en uno de los principales aparatos de reproducción ideológica del imperio estadounidense. Habrá que recordar, tan sólo, cómo en plena guerra fría aparecieron películas que buscaban insertar en el imaginario social una concepción negativa de Medio Oriente o de los países socialistas (Rambo); o bien, aquellas películas que luego derivaron en estrategias militares para “proteger” a Estados Unidos (EEUU) de posibles ataques nucleares (Star Wars).

Como potencia mundial, EEUU ha construido su hegemonía en tres ejes: 1) poder económico (con el control del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional); 2) poder militar (la tercera parte de la inversión total mundial en armamento, casi dos millones de milicianos, desarrollos tecnológicos y nanotecnológicos de punta y un poderío nuclear inigualable); y 3) industria cultural, en donde Hollywood se ha convertido en uno de los estandartes más importantes.

Hoy Estados Unidos está urgido de justificar y legitimar sus acciones bélicas para mantener y fortalecer su dominio mundial, sobre todo después de la derrota en Irak, así como de la crisis económica que ha golpeado severamente a países de Europa como Grecia y España. Para ello echa nuevamente mano de su industria cinematográfica. Películas como Zero Dark Thirty o Argo son prueba de ello. Hoy nuevamente queda claro que Hollywood es un aparato de reproducción ideológica del imperialismo y que la Casa Blanca sabrá sacar suficiente provecho de ello.

lunes, 25 de febrero de 2013

El periodismo de hoy

Publicado en Revista Consideraciones el 1 de febrero de 2013
http://revistaconsideraciones.com/2013/02/01/el-periodismo-de-hoy/



I Periodismo de esperanza
Hace unos días, por medio de Daniela Pastrana –periodista que ha seguido de cerca a las organizaciones que se oponen a la guerra iniciada por Calderón y que Peña Nieto pretende continuar-, llegó a mis manos el libro “Entre las cenizas. Historias de vida en tiempos de muerte”. La obra se compone de once relatos de “periodistas hermanados por la indignación ante la pérdida de respeto por la vida durante el sexenio de Calderón”, escriben las editoras del libro Marcel Turati y Daniela Rea.
Desde las “Notas de las editoras” uno sabe que el libro no será un simple relato de hechos, todo lo contrario: la obra entera puede leerse como un manifiesto por un Periodismo de Esperanza, como ellas misma lo llaman. “Nuestro punto de partida –continúan Turati y Rea- fue que esta guerra no merece ser contada sólo desde la sangre, desde la brutalidad, desde el sinsentido de los asesinatos uniformados y no uniformados. Merece ser contada desde la dignidad de los sobrevivientes, desde las costuras invisibles del amor que se asoman entre las ruinas, desde las personas sanadoras de almas, desde quienes se hicieron escuchar cuando salieron a las calles a gritar su verdad en público, desde las que se organizan con la inquietud de hacer algo”.
El libro constituye un aporte fundamental para quienes estamos insertos en la lucha por la memoria, la verdad, la justicia y la paz con dignidad; es un esfuerzo que se suma a otros que intentan develar la barbarie del Estado y de los grupos criminales –muchas veces fusionados en un sólo ente-, y que se sumerge en la disputa por la narrativa. Al mismo tiempo, visibiliza cómo en el momento más oscuro de la noche se encienden “las fogatas” de las resistencias, esas pequeñas luces que animan y alimentan la esperanza de un mundo mejor.
Este libro representa parte del periodismo de hoy, ese periodismo que algunos intelectuales y activistas no alcanzan o no quieren ver porque viven en la nostalgia del pasado. Mejor aún, es un periodismo comprometido que parte de la propia realidad, tal como la viven las personas de carne y hueso y no los seres que imaginamos, sobre los que teorizamos y que la mayor parte de las veces ni siquiera conocemos. Vale aquí recordar a Kapuscinski: “los otros son los que nos dirigen, nos dan sus opiniones, interpretan para nosotros el mundo que intentamos comprender y describir”.
II El debate   
En días recientes se han publicado en Consideraciones tres artículos que debaten sobre el periodismo actual. Octavio Solís, por un lado, sostiene la hipótesis de que no hay un medio de circulación nacional que produzca periodismo de investigación y con compromiso social. Por su parte, Alfonso Vázquez señala la necesidad de un “periodismo ideológico o doctrinario” que genere “modelos teóricos o esquemas conceptuales que se constituyan en las herramientas indispensables para analizar la realidad social y el devenir del desarrollo político”. Ambos coinciden en que el periodismo está en una “crisis ideológica”, pues ha devenido en simples “rutinas informativas”.
En mi opinión no existe tal crisis, todo lo contrario: desde una expresión del periodismo, como en muchas otras áreas, se apuntala la ideología capitalista neoliberal y se forma opinión pública (opinocracia) adversa a quienes luchamos por la emancipación de la humanidad. De igual forma, tanto Vázquez como Solís caen en el error de la generalización absurda. La existencia de colectivos de periodistas como “Periodistas de a Pie” o “Nuestra Aparente Rendición”; de medios alternativos como “Desinformémonos”, “Rebelión” o la “Agencia Latinoamérica de Información”; o de analistas como Luis Hernández Navarro, Carlos Fazio o Gloria Muñoz, echan abajo su hipótesis.
Vale reconocer que el periodismo crítico está en desventaja frente al periodismo dominante, pero negar su  existencia y los grandes aportes que desde ahí se hacen a la construcción de las alternativas me parece simple y sencillamente egoísta.
 *El libro puede ser leído gratuitamente en: http://entrelascenizas.periodistasdeapie.org.mx/

EZLN: el renacer de la utopía.


Publicado en Subversiones el 31 de diciembre de 2012
http://www.agenciasubversiones.org/?p=6362


El grito de ¡YA BASTA! que lanzaron los pueblos mayas agrupados en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) el primero de enero de 1994 tuvo importantes repercusiones a nivel internacional. En cierto sentido, podemos decir que los zapatistas inauguraron una nueva etapa de los movimientos sociales en el mundo. Veamos.
1.- En 1991, termina de desaparecer la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, esa experiencia que en sus primeros años significó la gran alternativa al capitalismo. Dicho momento era, según los teóricos del capitalismo, el comienzo de la globalización neoliberal con los Estados Unidos de Norteamérica a la cabeza y el principio de la unipolaridad. También era, según Fukuyama, el “fin de la historia” de la lucha de clases. Lo que dichos teóricos se negaban a reconocer, o bien querían ocultar, era que otros pueblos habían avanzado bastante en la construcción de una forma distinta del socialismo, uno más democrático, que encontraba en Cuba a su máximo exponente.
En ese contexto, la aparición pública del EZLN representa el renacer de la utopía, de esa utopía de un mundo distinto; uno con justicia, democracia y libertad. La historia de la lucha de clases no sólo no desaparecía, sino que ahora se hacía presente con nuevas exigencias y cobraba gran relevancia la necesidad de combatir elcolonialismo interno, concepto sobre el que ya Pablo González Casanova y Rodolfo Stavenhaguen habían abundado dos décadas atrás. Así, el EZLN dio rostro y visibilizó a nivel mundial la lucha milenaria de los pueblos indígenas del centro y sur de América. De esta forma, las luchas de los pueblos indígenas comenzaron a tener más atención por parte de la comunidad internacional.
2.- Pero los zapatistas no sólo contribuyeron a la visibilización de las luchas de los pueblos indígenas, además, lograron introducir al interior de los movimientos sociales y de las fuerzas revolucionarias de distintos países, la necesidad de construir proyectos alternativos más democráticos en los que se reconozcan las formas propias de organización y autogobierno de los pueblos originarios. El debate de las autonomías cobró gran fuerza y poco a poco fue surgiendo lo que hoy llaman el Socialismo del siglo XXI. Quizás el ejemplo más cercano a este debate lo encontramos en Bolivia, país en el que las luchas de los pueblos originó un Estado pluriétnico.
3.- A finales de julio de 1996, se realizó en el Aguascalientes de Oventic el Primer Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo, mejor conocido como Encuentro Intergaláctico. A dicho encuentro acudieron cerca de seis mil activistas provenientes de los cinco continentes y fue el primer intento exitoso por articular una crítica global al sistema, al capitalismo neoliberal. Por esta razón, el Intergaláctico es también considerado como el nacimiento del movimiento altermundista o antineoliberal. Lo que nació en Chiapas fue madurando a nivel global, hasta que en noviembre de 1999 ocurrió la primera manifestación de alto impacto del movimiento altermundista. En Seattle, Estados Unidos, más de 30 mil personas se unieron para rechazar enérgicamente las políticas liberalizadoras sugeridas por la Organización Mundial de Comercio. La batalla de Seattle, como es comúnmente conocida, duro cinco días y logró convocar a activistas sociales de distintos países. Lo más destacable es que lograron converger distintos sectores sociales estadounidenses: ambientalistas, feministas, derecho humanistas, sindicalistas, etc. El movimiento altermundista encontró su máximo clímax en enero de 2001 en Porto Alegre, Brasil, lo cual dio origen al Foro Social Mundial.
4.- De igual forma, el zapatismo se ha convertido en un referente ético y moral para muchos de quienes luchamos por un mundo mejor, pues no sólo revive la utopía, sino que la construye día a día. En los caracoles zapatistas, el ejercicio que encabezan las Juntas de Buen Gobierno y que se basa en principios de rotatividad, revocalidad y rendición de cuentas, se construye una forma distinta de poder y de política: un poder del pueblo y una política del nosotros. Así, el mandar obedeciendo es una práctica cotidiana que ha logrado democratizar casi todas las relaciones sociales y que en los hechos significa construir la alternativa desde abajo.
5.- A nivel local, el zapatismo también influyó fuertemente en los movimientos sociales que le sucedieron: desde las luchas de los pueblos de las costa y la montaña de Guerrero; los pueblos indígenas de Michoacán y de Wirikuta; los campesinos de Atenco; y más recientemente, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad y el #YoSoy132, por mencionar algunos.  Ellos han expresado en distintas ocasiones su reconocimiento y solidaridad con el EZLN.
A 19 años del ¡YA BASTA!, que encontró eco mundial y que inauguró una nueva era en las luchas por la emancipación de la humanidad, los zapatistas siguen brindando, sin proponérselo, grandes lecciones. Seguirán haciéndolo, de eso no me cabe la menor duda.