http://revistaconsideraciones.com/2012/03/26/notas-sobre-la-vigencia-del-marxismo/
Notas
sobre la vigencia del marxismo
Por
Raúl Romero
Unas horas antes de emprender su
recorrido por México y Cuba, Joseph Ratzinger comentó –en referencia al gobierno de Cuba- que era
evidente que “la ideología marxista como era
concebida ya no responde a la realidad y así no se puede construir una sociedad”.
La declaración que dio Benedicto XVI adquiere importancia más allá de los fines
políticos de su primer visita a América Latina, pues lo que expresó es una idea
que constantemente venimos escuchando por parte de intelectuales y políticos
liberales, neoliberales y hasta por una parte de la socialdemocracia que hoy se
autoproclama como izquierda moderna.
Fomentar la
idea de que el marxismo es anacrónico no es más que una estrategia de lo que
Marcuse denomino el pensamiento
unidimensional, el cual tiene como principal objetivo imponer la ideología
de la clase política dominante; es decir el capitalismo. La estrategia no es
nueva: encontramos su fase más exitosa luego de la desintegración de la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) cuando el economista Francis
Fukuyama decretó el fin de la lucha de clases (motor de la historia para los
teóricos marxistas), el fin de las ideologías y por lo tanto el fin de la
historia.
Sin embargo,
el marxismo –entendido como un sistema conceptual y como programa político- hoy
es más vigente que nunca. La mayor parte de los conceptos, así como la
metodología aportada por Marx y Engels, siguen siendo útiles para explicar la
sociedad actual. Por ejemplo, la sociedad sigue estando dividida en dos:
aquellos que han acumulado las riquezas más exorbitantes y que son dueños de
múltiples corporaciones y el resto de la sociedad. Ese fue el gran acierto del
movimiento de los indignados en EUA, señalar que tan sólo el 1% de la población
mundial es dueña del 40% de la riqueza mundial. Así mismo, la explotación, la
acumulación, la enajenación y fetichización del trabajador siguen estando
presentes en el mundo de hoy.
Como
proyecto político, el socialismo también sigue siendo una alternativa real ante
la barbarie capitalista que actualmente vivimos. Frente a la crisis
civilizatoria en la que hoy estamos sumergidos, entendida como una crisis que
toca todas las actividades humanas, es necesario construir un socialismo
democrático y emancipador. No es exagerado decir que en ello nos jugamos el
futuro como humanidad, pues de seguir con el modo actual de producción y
consumo, estamos condenados a la extinción. Hoy ha quedado atrás aquella frase
de Rosa Luxemburgo que luego inmortalizaron Cornelius Castoriadis y Claude
Lefort: Socialismo o Barbarie. Hoy, es preciso decirlo con todas sus letras y
sin eufemismos: Socialismo o Extinción.
Afortunadamente,
el fantasma de la alternativa ha comenzado a recorrer nuevamente al mundo; sólo
que hoy se nos presenta renovado y con las lecciones aprendidas. Así, podemos
decir que ese sentimiento de indignación que ha provocado que miles de hombres
y mujeres salgan a las calles por todo el mundo a reclamar lo que les pertenece,
es la continuación de aquello por lo que lucharon las generaciones pasadas y
llamaron comunismo.
Digámoslo
fuerte y sin temor a ser considerados como “pasados de moda”: mientras el mundo
sea gobernado bajo el sistema capitalista, el marxismo estará vigente y el
socialismo será una opción.