Buenas tardes señor Andrés
Manuel López Obrador, candidato a la presidencia de la República.
Buenas tardes señor Jesús
Zambrano, presidente del PRD.
Buenas tardes invitados de
organizaciones que nos acompañan el día de hoy.
Buenas tardes hermanos y
hermanas del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
Señor candidato,
Hace más de un año miles de
personas salimos a las calles para visibilizar y denunciar una terrible
realidad; la de miles de víctimas, muchas de ellas inexistentes para la mayoría
de los gobernantes y políticos, desde ese momento hemos dialogado con distintos
actores políticos y sociales para construir conjuntamente propuestas viables,
elaboradas por víctimas, académicos, especialistas y legisladores, que nos
permitan enfrentar la emergencia nacional.
Así lo hicimos con el
presidente en turno, sin embargo a pesar de lo presentamos, del otro lado
encontramos negativas rotundas a cambiar la estrategia de seguridad, detener la
guerra y construir la paz.
Como candidato a la
presidencia de México, nos resulta necesario escuchar su posición sobre algunos
elementos, que consideramos fundamentales para enfrentar esta situación. Lo
estamos emplazando, en caso de llegar a la presidencia de nuestro país, a que
se comprometa a cumplir lo que aquí podamos acordar.
Si la situación es adversa, y
usted no resulta electo, le pedimos que usted y su partido se comprometan a
limpiar sus filas de delincuencia, e impulsar la siguiente agenda por la Paz,
Justicia y Dignidad.
Hemos insistido en diversas
temáticas, hoy centramos nuestra agenda en cuatro puntos, de manera que se
puedan ubicar con más claridad algunos elementos, que desde nuestra perspectiva
se requieren para avanzar en una política pública con visión de Estado para
construir la paz. Pido justicia para las víctimas.
En días recientes, la LXI Legislatura
tuvo bien en aprobar por unanimidad la Ley General de Víctimas. Sabemos que
gente de su partido y de la coalición, que lo impulsa como candidato estuvo
respaldando y apoyando fuertemente esta ley; lo agradecemos desde aquí, y
aprovechamos este momento para hacer este reconocimiento.
Ahora toca el turno, al actual
presidente de la República para que promulgue en el menor tiempo posible esta
ley, lo que lamentablemente no ha hecho. Aunque esto es un gran triunfo de la
sociedad civil organizada, y un avance en el reconocimiento de víctimas del
delito y violación a los derechos humanos, aún queda pendiente la
implementación de esa ley y materialización en política pública.
De resultar usted electo, lo
convocamos a ésta sea una de sus tareas principales e inmediatas: Garantizar
justicia, memoria, verdad, reparación del daño, y garantía de no repetición a
todas las víctimas de esta guerra.
Como escuchamos, México
requiere también de la creación de un marco jurídico y la implementación de
protocolos de búsqueda de personas desaparecidas; protocolos que tomen en
cuenta las experiencias internacionales, que contemplen la búsqueda de personas
desaparecidas vivas, peritos forenses, laboratorios de identificación, pronta y
efectiva de ADN y de formación genética, prevención, sanción y erradicación del
delito, así como obligar a las empresas telefónicas a responder ante las
investigaciones judiciales que buscan información sobre los desaparecidos.
Dos. Cambio de estrategia de
seguridad, el respeto y defensa de nuestra soberanía nacional. Exigimos que la
estrategia de seguridad que se aplica en México, no siga subordinada a los
intereses de Estados Unidos de Norteamérica, como alternativa proponemos que el
problema de las drogas sea borrado como un problema de salud y no como un
problema de seguridad nacional.
Lo convocamos, a que de ser
usted el próximo presidente de México, se comprometa a poner fin a la
estrategia de guerra, a no adoptar el modelo militarista del gobierno en turno,
a desmilitarizar en el menor tiempo posible este país, e iniciar la
construcción de la paz.
Por nuestra parte, le
proponemos la adopción de un modelo de seguridad humana y ciudadana que ataque
de raíces las verdaderas causas del conflicto, y que sea entre su estrategia en
la reconstrucción del tejido social.
Tres. Atacar la raíz económica
del conflicto. Los diferentes grupos del crimen organizado y la violencia que
ha generado, tiene como motor las grandes derivadas del narcotráfico, los
secuestros, la trata de personas, la extorsión, la venta de protección y de más
delitos. El dinero generado por estos negocios ilegales, que después es
inyectado en la economía, mediante el lavado de dinero. Por ello, lo invitamos
a impulsar un combate frontal al lavado de dinero y activos de los
delincuentes, mediante la creación de unidades autónomas de investigación
patrimonial en coordinación con la Unidad Federal de Inteligencia Financiera,
que permitan reunir material probatorio para formular acusaciones y dictar
sentencias por los actos de negocios ilegales.
Cuatro. Democracia
participativa y democratización de los medios de comunicación. La democracia y
la vida política del país no puede ser privilegio de una clase política, que
busca perpetrarse en el poder; los y las ciudadanas requerimos de espacios
desde los cuales incidamos realmente en el rumbo de nuestro país. Por ello,
consideramos necesario impulsar una verdadera reforma política, que contemple
el mandato revocatorio, las candidaturas ciudadanas, el voto blanco, y la
consulta y el referéndum como figuras desde las cuales los y las mexicanas
podemos opinar, sobre decisiones cruciales en el rumbo de México.
Lo convocamos a impulsar la
democratización de los medios de comunicación, medida que sin duda pasa por
poner fin al duopolio televisivo, al mismo tiempo lo emplazamos a impulsar y a
apoyar la creación de medios de comunicación masiva organizados desde la ciudadanía
y de defensa del interés público.
Señor candidato, es vital y
urgente que usted, el partido político que lo postuló, la alianza también, y
todos los demás partidos den una muestra de que pueden constituir acuerdos.
La semana pasada, la sociedad
civil dio ejemplo de esto en la Primera Cumbre Ciudadana y en las marchas de
miles de estudiantes que exigían democracia. La democracia es una forma de vida
digna para todos y todas, y no sólo un privilegio para unos cuantos, tampoco es
la democracia procesos electorales, los que significan un derroche de tal
magnitud que ofenden ante la pobreza de la mitad de la
población y la necesidad de las víctimas.
Señor candidato efectivamente,
quizá no podamos cuestionar su honorabilidad, pero le recordamos que usted no
gobernará solo, que este gobierno no es unipersonal, que no basta con regresar
al presidencialismo, que necesita usted –en caso de llegar a la presidencia-
tener personas honorables, con una ética que lo respalde, que necesita usted
–en caso de llegar a la presidencia- limpiar las filas de su partido, de
hacerse aliado de la gente más digna que está en este país.
Señor candidato, también le
recordamos que estamos ya desde el 8 de mayo intentando transformar este país.
No es cierto que solamente con el voto se transforme, también con la
movilización social y también en las calles estamos intentando cambiar este
país.
Le recuerdo que antes del 8 de
mayo eran simples daños colaterales, que las víctimas no estaban en la lista de
ningún partido político, que las víctimas de desaparición forzada y asesinatos
no eran objeto de sus discursos, hoy lo son, porque este movimiento lo ha
puesto en el centro de su debate.